Sonsoneto fecho al tranfúllero modo (estrambote incluido)
Si bien, a estas alturas del partido,
ya tendría yo que haberte escrito
cientos de endecasílabos bonicos,
¿conseguiré que esto tenga sentido?
Tú, científicamente literata,
creyente y memoriosa buscadora
de un amoroso Lope, atesoras
y hasta lees a Job en la Vulgata.
¿Y cómo lo hago yo que cuento sílabas
con los dedos, que creo en ti, Vallejo,
más que en Horacio, que no sé dónde ibas
ni adónde quieres que me vaya (¿lejos,
cerca, como una lapa?) y ni me rima
ya el último terceto? Al carajo, esto
sólo puede acabar en te la meto.
Respuesta a un sonsonete de Manuel Arana
Un soneto me manda don Manolo
Arana, y confieso que en mi vida
vi dar en quince versos tan gran bolo
de mala poesía relamida.
Se disculpa el poeta enamorado
de haberlo titulado sonsonete
porque todo el poema le ha sonado
a chatarra de un seat veintisiete.
¿Dice que lee a Job en la Vulgata?
¡Por Dios!, diga si no, dónde se puede.
¿Es acaso su chica una beata?
Que su verso de ripios libre quede
si pretende saltar la colegiata,
como este ejemplo con que acabo adrede.
Respuesta a un sonsonete de Manuel Arana y al sinsoneto de Jaime Galbarro
Amigos: ¿a qué viene esta disputa
en verso cojo y rima de cebolla?
¡Al pie de cada acento hay una ampolla
y lleva al llanto tanta rima hirsuta!
¿Por qué os intercambiáis cagarruta?
Pues si uno caga un verso, otro lo empolla:
tus poemas, son de humo y de farfolla,
y a ti ni el Baratillo te recluta...
Manolo y Jaime, juntos un azote
que a porfía maltratan el retoño
de Quevedo y de Góngora de Argote.
¡En vez de daros leña con gazmoño,
aprended por lo pronto un estrambote
antes de abominar sonetos, coño!