viernes, 1 de febrero de 2008

VENTAJAS E INCONVENIENTES DE UNA BARBA (PARTE UNO)

Estar capacitado y acreditado para hablar de las ventajas e inconvenientes de una barba no es fácil. La barba –poder decir “yo tengo barba”- exige dos requisitos fundamentales:

Primero. Haber pasado ya el estadio intermedio, también llamado “hay que ver cómo me pica la barba”. En ese preciso momento el sujeto puede plantearse no afeitarse por un periodo (casi) indefinido.

Y segundo. Que el primer comentario de tus amigos y conocidos (que lleven más de una semana sin verte) sea “¡vaya barba me llevas!”. También se aceptará “¿y esas barbas?”, “aféitate ya, ¿no?” o “los hombres con barba me resultan muy atractivos”.

Cuando se cumplen estos dos requisitos, el barbudo recibe un diploma (generalmente metafórico) que le acredita para poder hablar de las ventajas e inconvenientes de una barba.



1 comentario:

Juan Antonio González Romano dijo...

Yo, que gasto barba desde hace más de veinte años (miedo me da pensarlo), creo que puedo hablar del asunto, aunque ahora esté en su versión reducida, la perilla (por motivos contundentes: mis hijas reclamaban un lugar de la cara en el que poder darme un beso sin pincharse...). Oí decir una vez (presunta sabiduría popular) que el que lleva barba es que algo tiene que ocultar. Cabría extraer dos conclusiones rápidas: que la sabiduría popular no siempre es tan sabia, y que no sólo los que se dejan barba tienen algo que ocultar. Es más, ¿hay alguien en este mundo que no tenga nada que ocultar? No sé, me parecería una existencia algo aburrida, ¿no?