Un hombre gris avanza por la calle de niebla;
No lo sospecha nadie. Es un cuerpo vacío;
Vacío como pampa, como mar, como viento,
Desiertos tan amargos bajo un cielo implacable.
Es el tiempo pasado, y sus alas ahora
Entre la sombra encuentran una pálida fuerza;
Es el remordimiento, que de noche, dudando;
En secreto aproxima su sombra descuidada.
No estrechéis esa mano. La yedra altivamente
Ascenderá cubriendo los troncos del invierno.
Invisible en la calma el hombre gris camina.
¿No sentís a los muertos? Mas la tierra está sorda.
Un río, un amor (1929)
2 comentarios:
ay, perdone por no avisar... estuve unos días por allá moviéndome de un lado a otro. me encanta punta umbría :D
¿dónde anda usted?
*
pues entre huelva, mazagón, punta... rotando, pa no aburrir(me)
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