martes, 15 de septiembre de 2009

Una mañana en San Francisco

Y ya desde casa, en frío (o en caliente, según se mire), os dejo un apunte del viaje californiano:

Ya ves, aquí estamos. En el viaje terrenal. Será que tú te quedaste con todo el espíritu. Intento cada día recordarlo, hacerlo real entre autobluses cableados y ensaladas con béicon. Y eso que pienso cada mañana en Buda, en ti con una sensual postura de medio loto, pero nada... Esta ciudad, esta circunstancia solitaria -envuelta en kilómetros de piel- no me deja partir la cáscara de la revelación que sé que te quedaste (casi) sin darte cuenta.

3 comentarios:

natalia manzano dijo...

me gusta la sensación que produce, casi veo los colores de quedarse...

Anónimo dijo...

Hoy no soy espiritual solo físico: me gustas cuando te conviertes en diestro.

Anónimo dijo...

Me gusta.