Y ya desde casa, en frío (o en caliente, según se mire), os dejo un apunte del viaje californiano:
Ya ves, aquí estamos. En el viaje terrenal. Será que tú te quedaste con todo el espíritu. Intento cada día recordarlo, hacerlo real entre autobluses cableados y ensaladas con béicon. Y eso que pienso cada mañana en Buda, en ti con una sensual postura de medio loto, pero nada... Esta ciudad, esta circunstancia solitaria -envuelta en kilómetros de piel- no me deja partir la cáscara de la revelación que sé que te quedaste (casi) sin darte cuenta.
Ya ves, aquí estamos. En el viaje terrenal. Será que tú te quedaste con todo el espíritu. Intento cada día recordarlo, hacerlo real entre autobluses cableados y ensaladas con béicon. Y eso que pienso cada mañana en Buda, en ti con una sensual postura de medio loto, pero nada... Esta ciudad, esta circunstancia solitaria -envuelta en kilómetros de piel- no me deja partir la cáscara de la revelación que sé que te quedaste (casi) sin darte cuenta.
3 comentarios:
me gusta la sensación que produce, casi veo los colores de quedarse...
Hoy no soy espiritual solo físico: me gustas cuando te conviertes en diestro.
Me gusta.
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