sábado, 28 de agosto de 2010

Definición de las fronteras (traducción) - Archibald MacLeish

Con esta fiebre traductora que me ha dado, me he puesto a revisar un texto del viaje a San Francisco del año pasado, una traducción de "Definition of the frontiers" de don Archibald MacLeish que hice una mañana sentado en la cocina de casa de Antonio y Rosanna, mientras Ale, Celia y Paco seguían dormiditos. Ahí os dejo la edición bilingüe (ahora con un extra de tildes y eñes). Ah, los angloparlantes y aficionados a la lengua de James Hetfield que vean algún fallo, que lo apunten (tengo todavía el idioma un poco oxidado).

Definition of the frontiers

First there is the wind but not like the familiar wind but long and without lapses or falling away or surges of air as is usual but rather like the persistent pressure of a river or a running tide.

This wind is from the other side and has an odor unlike the odor of the winds with us but like time if time had odor and were cold and carried a bitter and sharp taste like rust on the taste of snow or the fragrance of thunder.


When the air has this taste of time the frontiers are not far from us.

Then too there are the animals. There are always animals under the small trees. They belong neither to our side nor to theirs but are wild and because they are animals of such kind that wildness is unfamiliar in them as the horse for example or the goat and often sheep and dogs and like creatures their wandering there is strange and even terrifying signaling as it does the violation of custom and the subversion of order.


There are also the unnatural lovers the distortion of images the penetration of mirrors and the inarticulate meanings of the dreams. The dreams are in turmoil like a squall of birds.

Finally there is the evasion of those with whom we have come. It is at the frontiers that the companions desert us—that the girl returns to the old country

that we are alone.


Definición de las fronteras

Primero está el viento pero no el viento de siempre sino uno largo y sin lapsos o como cayendo de lejos u oleadas de aire sin importancia pero un poco como la presión persistente de un río o una marea que corre.

Este viento viene del otro lado y tiene un olor que no es como el de nuestros vientos sino como el del tiempo. Si el tiempo tuviera olor y fuera frío y llevara un sabor amargo y ácido como en el sabor de la nieve o la fragancia de un trueno.

Cuando el aire tiene este sabor a tiempo las fronteras no están lejos de nosotros.

Entonces también están los animales. Siempre hay animales debajo de los árboles pequeños. No pertenecen ni a nuestro lado ni al otro pero son salvajes y puesto que son animales que no están familiarizados con lo salvaje como el caballo por ejemplo o la cabra o también las ovejas o los perros o como las criaturas con un extraño caminar e incluso terrorífica señal como de violación de la costumbre y subversión del orden.

También están los amantes antinaturales la distorsión de las imágenes la penetración de los espejos y los significados sin articular de los sueños. Los sueños están alborotados como una ráfaga de pájaros.

Y al final está la huída de aquellos con los que hemos venido. Esto sucede en las fronteras donde los compañeros nos abandonan –donde la niña regresa a su viejo país

donde estamos solos.



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