miércoles, 23 de septiembre de 2009

Bolaño y Cañizo

Termino Los detectives salvajes. Cierro el libro. Vuelvo a la página 551 y releo:

«Como tantos mexicanos, yo también abandoné la poesía. Como tantos miles de mexicanos, yo también le di la espalda a la poesía. Como tantos cientos de miles de mexicanos, yo también, llegado el momento, dejé de escribir y leer poesía. A partir de entonces mi vida discurrió por los cauces más grises que uno pudieda imaginarse. Hice de todo, hice lo que pude.»

Voy a la estantería y busco nuestra antología, sí la nuestra, Antropología desnuda -que bautizó Cervetto entre cervezas en el Molly Malone-, y en la página 72 Cañizo dice:

Probé meter la uña en tu ojo
y quedé desilusionado.
Quería que llorases,
pero sólo vi tu sangre,
que jugaba en tu rostro
hasta llegar a tu barbilla,
donde te abandonaba.
todo igual que una
lágrima sucia,
que no perdonaba mi desprecio.


Quizás no hayas dejado de escribir poesía. El problema es que ni siquiera lo sé. Pero bueno, no se me asusten, supongo que sólo es furia. Furia de la nostalgia, que diría Ángel Leiva...

2 comentarios:

Manuel G. Mairena dijo...

larga vida al libro rojo!!

Vyk0s dijo...

Ja, jajaja, moraleja no metáis el dedo en ojo ageno.

Un besote to Mololo Champion´s world