Quiero olvidarme de ti,
quiero olvidarme de tu amor,
con una piedra en tu ventana,
como una patada en el estómago.
Quiero olvidarme de ti,
quiero olvidarme del sudor
de nuestro cuerpos arañándose,
aquellas noches en las que yo sólo huía de mí.
Quiero ovidarme de ti,
quiero olvidarme de tu amor.
Quiero ovidarme de ti,
quiero olvidarme del olor
de nuestros cuerpos al mediodía,
desdibujar esa sonrisa triste y torcida.
Quiero ovidarme de ti,
quiero olvidarme de tu amor.
Havalina, Las hojas secas (2010)
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